miércoles, 27 de octubre de 2010

Lima, "mi" ciudad

 ¿Me gusta?
Tengo dos perspectivas desde las cuales responder esta pregunta. La egoísta, en la cual diría que sí me gusta, y que además me encuentro satisfecho respecto a cómo está estructurada y a cómo se ha desarrollado.
La realista, que es la que prefiero optar y desarrollar. Pues no solo debo pensar en mi, sino ponerme en el lugar de los demás. Lima puede ser totalmente hipócrita y cambiar de careta de un instante a otro. Agarro la Benavides y recorro desde un Miraflores cosmopolita, pasando por un Surco nuevo y uno viejo, cruzo el puente primavera y la realidad cambia totalmente. Llego a San Juan de Miraflores, con calles llenas de basura y cerros de pobreza.
Para mejorarla hace falta más que toneladas de concreto y parques de aguas. Lo que Lima requiere es la toma de conciencia y la colaboración de todos. Porque lo que más daño hace es la exclusión social.
Cualquiera de las dos candidatas, creo yo, tiene sus pro y sus contras. Susana Villarán ya ganó, y no hay que pensar mucho para darse cuenta. A pesar de su vinculación con grupos emerretistas, yo creo que su plan es concreto y realista.

El mundo de la publicidad en el Perú.


En el mundo de la publicidad, el tiempo sí es oro. Como acabamos de presenciar en estos cuarenta spots televisivos, estos se valen de distintas herramientas, técnicas y trucos que, de ser bien conjugados logrará llegar a la mente de sus consumidores e impactar en ellos, que es la meta de todo buen comercial.
En el Perú no somos ajenos a esta realidad publicitaria. Por ejemplo el comercial de Scotiabank, donde a manera de un show se presenta a un personaje de corte ingenuo, el cual se aventura en un concurso donde tiene que mostrar sus proezas para no ser vencido y caer al agua. Finalmente nuestro personaje cae al agua, lo cual me causó gracia y llamó mi atención.